El ojo de la medusa es una película diferente al resto de la filmografía de Paul Naschy, aquí interpreta a Carlos Oliarte, dueño de un local y promotor de enfrentamientos y apuestas a la ruleta rusa, en los que el mismo participa. La vida es para él un juego de riesgo, en le que la diferencia entre la vida y la muerte la marca un 38. Un detective entra en su vida buscando al asesino de un viejo amigo, y sin saber cómo, se ve atrapado en una compleja madeja en la que se enamora de la joven amante de Oliarte, que le conducirá a formar parte de un juego despiadado.